Este cómic reflexiona sobre la renuncia a los sueños y cómo se puede recuperar la felicidad, la inocencia y la diversión a cualquier edad. Parte de un incidente tan absurdo como común, una discusión de tráfico, y, a partir de ella, nos sumergimos en un viaje que nos llevará a lugares insospechados. Dos adultos responsables que pierden la cabeza y la recuperan, ¿o no? Reflexiones, algo de humor y una historia con la que A. Fuentegrís experimenta en el arte que más ha consumido pero en el que nunca se había decidido a publicar (salvo como guionista) el cómic. Páginas a color, dibujo sencillo y narrativa ágil.