Jharim sabía que la leyenda de la doncella vestida de rojo no era un cuento para niños. Las historias que pululaban por aquí y allá acerca de desapariciones en el desierto parecían íntimamente relacionados con esta vieja historia, aunque sus compañeros fueran incapaces de verlo.
Aunque ahora no les queda otro remedio: con un ejército pisándoles los talones y todas las demás opciones agotadas, entrar en el desierto -hogar de la doncella- parece la única vía posible hacia la libertad.