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Este es un poemario inusual de un poeta distinto, revolucionario, trasgresor y melancólico. En este libro nos enfrentamos con una poesía enternecedora. Un diálogo abierto entre Juan Cristóbal y su nieto Nano, que los lectores podemos contemplar escondidos detrás de cada una de sus páginas. A través de estos versos, Juan Cristóbal aprovecha para dialogar también consigo mismo. Mirar su pasado para vislumbrar el futuro de su nieto. Y es justo ahí donde se encuentran: el poeta revolucionario y el deportista laureado. El poeta lo describe perfectamente: «cuando / nuestros breves recuerdos / puedan saludar / como un ramo de flores / nuestros antiguos silencios». Sin embargo, ese encuentro desata reflexiones insospechadas, viejos fantasmas que no se olvidan, cuyas siluetas aún se dibujan por las noches en los marcos de las ventanas: «¿quiénes seremos / en el corazón rojo del cerezo?». La respuesta se encuentra en otro poema: «Que somos muchos entre varios / Que somos lo que somos / porque fuimos lo que somos / entre la luz / y la sangre del otoño».
Al deportista le recuerdan con cariño, que los secretos compartidos parecen ser una cualidad que viene de familia: «¿Y tu hermana / que hace Almendra / cuando te ve / atrapar / tus secretos / al final de la memoria». ¿Será acaso que el poeta recuerda los secretos que compartía con su propio hermano? La melancolía puede más en algunos de sus versos: «Ni una flor / crecía / en las esperanzas de mis huellas». Aunque su nieto representa de alguna forma, la final redención, la alegría póstuma y la reconciliación con el universo: «y que la oscuridad / es la única canción / capaz de comprender / a la esperanza apareciendo / entre las pupilas / asombrosas en el alba». Para nosotros, en ACUEDI Ediciones, es todo un honor publicar «Hablando con Nano», el último poemario escrito por Juan Cristóbal. Con este libro continuamos nuestra «Colección Azul» dedicada a la poesía, que empezamos con otro poemario suyo. Por eso, cuando el autor nos comentó que había escrito nuevos versos, pese a su anuncio previo de no escribir más poesía, nos emocionamos mucho. Felizmente, un mensajero misterioso puso en nuestros manos el manuscrito, que publicamos ahora de manera íntegra.