La Guerra Nuclear ha acabado con el hemisferio norte de la tierra y Hakim deberá construir un nuevo mundo.
Sin embargo, la muerte de Jainema le borrará su identidad y no tendrá más remedio que seguir con vida para continuar escuchando su voz en la cabeza.
*
—¿Qué tal el viaje, Hakim? —pregunta con voz cantarina.
—Hoy llámame H, gracias.
—¿Y ese cambio?
¿Y ahora qué le vas a decir? ¿Eh? Que últimamente te sientes como una H, y no una letra aspirada como la que lleva tu nombre, sino una muda, sin conexión con el mundo ni ganas de comprometerte con él. Que te encuentras vacío, sin rumbo, yendo a la deriva por un mar cada vez más profundo. Que tu única felicidad es acudir a una sala claustrofóbica para hablar con un fantasma con mi cara. Que has borrado tu plena existencia para hacerme hueco, dándome una voz que he perdido y una personalidad que no sabes si es real.