Los setecientos veinte vecinos de Oort pueblan la Flor de Órbitas. Adaptados al vacío, a la radiación cósmica, al cero absoluto, han dejado atrás su ascendencia humana y pasan los milenios estudiando el universo para su exclusivo deleite. Pero en el espacio profundo, donde los accidentes ocurren, los viejos fantasmas de la especie pueden volver a surgir.