Aquellos que os adentráis en la lectura de este libro advertid desde ahora que os halláis ante un diario intemporal. En sus páginas vais a encontrar reminiscencias del verso horaciano que lacónico y hermoso nos dice «Singula de nobis anni praedantur euntes» ("Los años que pasan nos saquean una cosa tras otra"). Y con ello aparecen los temores, el miedo al paso incesable de los años, la sensación de que lo vivido ya no es satisfactorio.