Es una lectura demandante, de esas que quizás no entiendes a la primera es mejor leer más de una vez para poder captar todo. La mejor palabra para describirlo es “extraño”. Desde la introducción a la historia el autor nos deja bien claro que este cuento retorcido viene fuerte. A pesar de su densidad, fluye a un ritmo constante y es fácil de leer.
Su temática central es una interesante reflexión acerca de un futuro que más que cercano, ya nos está absorbiendo. Este cuento es una locura, pero una que recomiendo.