Alfredo Álamo nos ofrece en este brevísimo texto una perturbadora visión de la Nueva Inglaterra que soñó H. P. Lovecraft. Bienvenidos a la ficción mínima tentacular y pseudopodal. Bienvenidos, cultistas y adoradores del Gran Cthulhu.
Publicado originalmente en 2013, Alfredo Álamo recupera una de sus antologías de minicuentos más divertidas, llena de guiños y referencias a los aficionados a la obra de H. P. Lovecraft. Gatos, cultistas, reanimadores, pescado, profundos, brujas y enigmáticos ancianos se dan cita en este volumen, pensado para ser leído de un solo trago. Como todos los buenos venenos.
El viejo escribió una enigmática carta, preparó la casa estropeando la calefacción y dejando entrar a toda clase de alimañas, invocó a los viejos poderes para que ocuparan el embarcadero, ahuyentó a vecinos y amigos mostrando cierta extravagante locura. Se sentó en el sillón de su despacho y esperó a que le llegara la muerte mientras acariciaba la divertida idea de que su sobrino nieto supiera encajar la broma que con tanto esfuerzo le había preparado.
El pescador lo tuvo fácil al elegir nombre para sus dos hijos recién nacidos nada más verlos salir del vientre palpitante de su esposa: al primero lo llamaría Dientes y al segundo, Muñones.
Gran homenaje que mezcla en partes desiguales humor y terror, realismos y rumología en confidencia.
Una colección de piezas breves que nos ofrece un paseo por la vida y locura del maestro, plena de e...
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