Alsacia tuvo la mala suerte de ir a nacer en una familia rota de fuertes creencias religiosas, una familia que sudaba de su bienestar viéndole como un mero peón en una batalla entre dos familias. Lo bueno es que, a parte de las penas resultado del egoismo de sus dos familias, sufrir todas esas barbaries emocionales le dió la capacidad para comprender a las víctimas de violencia de género, violación, acoso, capacitismo y lgbtfobia.
En esta novela os cuento la vida de Alsacia narrada desde el punto de vista de Evollette, su verdadero ser. Tal como la vida misma, es una tragicomedia, y con ella pretendo advertir de que los problemas de una persona van a hacerle daño a otra ya sea a corto o a largo plazo. Vivimos en sociedad, por lo que debemos responsabilizarnos de nuestros actos y dejar de pensar en nuestro propio beneficio.