Luchamos por encajar, por encontrar nuestro sitio, pero puede que quizá tan sólo debamos vivir.
Yo sólo quería ser normal en medio de un mundo especial. Él sólo deseaba desaparecer del mundo que ya no tenía nada que ofrecerle.
Sin embargo, la vida no siempre es lo que deseamos y el destino, a veces, nos reserva caminos tan desconocidos como inesperados. Porque, ¿quién dijo que la muerte tiene la última palabra?