Permítanme que me extienda
¡Todo y ahora!
¿Algo y luego?
Nada y siempre.
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A mí la inminencia
Quererte cuesta
—solo sé quererte
cuando estás—.
Amarte es cosa de niños
—apenas te necesito—.
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La razón no piensa
¿Alguna otra verdad a la una...?
¿Alguna otra verdad a las dos...?
¡Adjudicado!
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Principios existenciales del existencialismo imperante
«¿Me comprendes?»
remata su alegato el psicoterapeuta nacional
experto en latifundios nuestros,
historiografías coloreadas
y flamantes NODOs de TV3.
Yo adopto una postura de oidor de poesía,
acompañado por un sutil asentimiento,
leve fruncido del ceño
y reflexiva mano al mentón;
ora
mohín de sonrisa cómplice,
ora
mueca de vista perdida.
Lo confieso:
poseo un don natural para mandar a la mierda
callado.
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