Es curioso cómo, con los años, nos aferramos cada vez más a la vida.
Luego, llega un momento (a cada cual le llega cuando corresponde) en el que, de buenas a primeras, ya no te importa seguir viviendo. Quizá, de tanto aferrarse con todas sus fuerzas a la vida, las personas acaben agotadas y decidan soltarla.
Una relato breve que presenta una realidad diferente que se muestra solo cuando todo está a punto de terminar.