Lo que más destaco de la novela de Ana García Herráez es el dominio del lenguaje, el poder de las palabras. Es una narración que nos lleva por los diversos temas que aborda (amistad, amor, pérdida, memoria, tradición, folclore...) a través de un relato que nos hace sentir, ver, oír, oler, casi tocar, los distintos ambientes y personajes que describe. Nos sumergimos en la naturaleza irlandesa, nos arrastra el fuerte viento de los acantilados, contemplamos la belleza de los prados verdes, olemos y sentimos el ambiente cargado de los pubs irlandeses, oímos y sentimos la música, vemos las caras de todos los personajes... La novela atrapa desde la primera página.