Un relato interesante con mucha crítica social y capitalista que se mezcla con los viejos mitos de las historias de terror, quienes ahora conviven entre nosotros.
El personaje acepta un empleo que, debido a la tendencia autodestructiva de la humanidad, acabará por socavar su moral.
Intentando ser siempre justo desde su posición en el banco.
Superando todas las crisis de las que salen crecidos como poderosa entidad económica.
Unos viven y otros sobreviven, porque siempre hubo clases más allá de ser humano o vampiro.
Y la pregunta es: ¿qué estás dispuesto a sacrificar para seguir adelante?
Aunque me pregunto cómo hubiere funcionado el relato sin el componente que suponen las criaturas de la noche. Porque las bolsas negras casi me parecen una realidad tangible.
Texto que me ha gustado, todo son opiniones, y que hubiera intentando llevar un poco más lejos en extensión, que no intención, perfectamente definida.
Recomendado.