“Los Ducentésimos Versos de un Espíritu Inquieto” constituyen el primer compuesto de poemas de Arnold Bolaños, pero se vislumbra un sumario que parecerá corto acerca de la vida, los versos trasladan una trascendencia entre el nacer, crecer y morir, abriendo una brecha para descoser las ataduras que contiene el autor.
Desde los exaltados versos al fehaciente amor de una madre, en el que hay un encuentro inmaculado con una maternidad ferviente y loable, hasta pasar por un amor desmedido, un encuentro entre los amantes, que se desviven en cada línea, con gotas de una pasión inaudita, hasta cerrar las líneas con poemas de corte social, en los que se descubre la lucha de las masas con una indignación pegada al pecho, empero, particularmente de entre todas estas convergen de manera disímil.
Resalta también el reencuentro con la tierra, con la cuna del escritor, que con un estilo grácil y fresco describe el quehacer de la campiña santiagueña, decorando sus versos con sutileza y exquisitez particular.
Escritor emergente con gran talento. Espero seguir leyendo a este escritor y sus poemas, relatos y porque no hasta alguna novela.
Tiene un buen matiz en las palabras, muy sinceras desde la realidad de una guerra civil en El Salvador. Manifiesta una historia corta de un personaje que vivió en esa época, en una campiña como muchas... Más