Carmen Ripoll podía contar su vida con los números de aquella apuesta de lotería: 11, la edad que tenía al entrar en el conservatorio de danza; 23, al conocer a Víctor; a los 24, se casaron; con 26, tuvo el accidente que acabó con su carrera de bailarina profesional; a los 29, recuperó el control de sus piernas y aprendió a caminar de nuevo... Con lo que Carmen no contaba era con ser la única ganadora de una apuesta multimillonaria, pero la suerte es caprichosa, el destino ineludible y el amor es un juego de azar que puede cambiar cualquier vida de la noche a la mañana.
Mara Oliver nació en 1979, a su madre le dijeron que su niña era una entre un millón. 0,000001% de posibilidades de nacer sin dedos en una mano y me tocó a ella. El pulgar es como una nariz de payaso y los demás dedos no están, así que le pinta una sonrisa y parece un muñeco. Así se ganaba los corazones de los niños cuando era pequeña y ahora lo sigue haciendo, como profesora. Si la vida te da limones, haz limonada :) Se exprimió al máximo, cogió un bolígrafo e invertió su pasión por los libros en sacar dos licenciaturas de letras (filología inglesa y filología hispánica). Después, cogió una tiza y se conveirtió en profesora de inglés, sacando una plaza de esas para toda la vida. Ahora aprovecha los veranos y los descansos, entre clase y clase, para escribir lo que siempre ha escrito: literatura infantil y juvenil, terror, ciencia-ficción, fantasía urbana y romance paranormal.