Silvia cree que ha renunciado a sus sueños juveniles y quiere dejar su empleo en una consultora. Isidro ve cómo su vida se desbarata cuando en la agencia de viajes en la que trabaja se declara un expediente de regulación de empleo. Los personajes de Trabajar cansa viven perplejos ante una realidad que les supera. En su segunda novela, que toma el título del conocido poema de Cesare Pavese, Morales indaga en los dos pilares que, según Freud, definen nuestra felicidad: el amor y el trabajo.
«Una vez más, Javier Morales nos ofrece un lúcido retrato de unas parejas contemporáneas asediadas por la precariedad sentimental y laboral: hombres y mujeres que tienen que vérselas con muchas otras quiebras y ataduras más allá de la asfixia de la crisis económica: el desgaste del paso del tiempo, un distanciamiento interpersonal que se agiganta, la percepción de la derrota y el abatimiento en el rostro propio y ajeno, la sensación de vivir de sueños irrealizables, la imposibilidad a ciertas edades de tomar decisiones valientes, la dificultad de mantener los ideales en un mundo hostil y bastante navajero, habitado y manejado por empresarios sin escrúpulos, traiciones del sistema laboral (expedientes de regulación, reducciones salariales…). En este tapiz de adversidad, preocupación social y “enamoramientos amansados por los años”, donde aún se fantasea con otra vida posible o con recuperar la que una vez fue hermosa, escribe Morales con palabras precisas, imágenes certeras y diálogos naturales, con pie firme en la tierra y en el mundo que nos ha tocado vivir.»
Ernesto Calabuig