Donde menos te lo esperas… Están ahí desde tiempos inmemoriales. Estamos entre nosotros como un cáncer que se infiltra en nuestros tejidos y corroe nuestros huesos y almas. Donde menos te lo esperas Son las que envían tropas a otros países mientras destruyen los sistemas nacionales de salud y educación ya las que les gusta que las llamen Damas de Hierro. Son la jefa que con una sonrisa te dice que va a haber un reajuste de personal y que no te preocupes que está a salvo a costa de nuestro sudor y angustia. Son la dama azul que asiste al funeral y pone discordia entre los asistentes recordando a las amantes que tuvo el muerto o sacando trapos sucios. Son las madres que les dicen a sus hijos que no han podido con cierto niño, convirtiéndolo en un vacío social mientras pregonan a los cuatro vientos que tienen unos principios muy altos. Son las damas que son enviadas a cargos políticos porque sus maridos son personas importantes y lo único que les destaca es su arrogancia y caciquismo. Son los defensores de la virtud y la moralidad mientras su pobre educación les impide ver o cuestionar axiomas religiosos irreales. Son los encantadores que te susurran apasionados susurros al oído mientras te quitan la cartera con la otra mano. Hay tantos, están ahí... y si quieres hacer el juego completo, cambia el sexo en todas las frases y verás que estamos rodeados. No hay escapatoria, no hay salida, no hay esperanza... Están ahí desde tiempos inmemoriales.