Celia Añó nos presenta a toda la familia Seraph con una prosa cuidada y llena de detalles mágicos que te acompañan durante toda la lectura. Mientras que en el mundo humano encontramos escepticismo e historias que parecen cuentos inventados para no dormir, en el lado de los que ya han fallecido todo se vuelve mucho más real.
Donde sueñan las libélulas es una historia dulce que se lee muy rápido y te deja con una sonrisa tonta en los labios, al mismo tiempo que con una pizca de tristeza por tener que despedirte de los personajes.