Cuando abrió los ojos en mitad de la noche, lo vio todo negro. La lamparita de la mesilla no parecía funcionar y ni siquiera la luz de la ventana arrojaba algo de claridad. Si no lograba encender la luz pronto, nada podría impedir que los monstruos saliesen de sus escondites.
Relato breve de terror.
Las sensaciones descriptas hacen que el lector se sumerja en la historia para encontrarse en un mundo realmente terrorífico.
Este relato apela a uno de los terror ancestrales de la humanidad y en especial de los niños: la oscuridad. Me ha hecho recordar algunos de mis terrores infantiles. Y en este sentido ha sido un... Más