Va por capítulos muy cortos cuyo diseño está perfectamente cuidado. Cada título es una representación de lo que experimentan cada uno de los personajes.
La pluma de la autora es maravillosa. Es tan delicada, elegante y poética, que sentí escalofríos por todo el oleaje de sentimientos que son representados. Te mete de lleno en la piel del personaje, tanto que hasta lo sientes tú misma.
Hace alusión a sucesos reales que una vez ocurrieron, acontecimientos históricos que no conocía y que guardan una estrecha relación con el relato. He aprendido mucho con Clara y jamás sospeché que tras «Galerna» se escondía un homenaje así. Una escritora que se encarga de hacer perfecto cada mínimo detalle y que todo tenga sentido, es de admirar.
Para mí el relato ha sido un canto al amor, la pérdida y al vacío. A la soledad, al temor, a esos miedos de ver cómo una historia se repite. A la condena de una eterna espera.
Al final queda una incógnita que provoca al lector pensar en dos cierres posibles para el relato, y eso me ha gustado bastante.
Como mujer que se ha criado en pueblo costero, este relato me hizo recordar a muchas historias en alta mar que he vivido de cerca, ya sea por familia o por vecinos. Me ha hecho recordar a esas personas que partieron y el mar nunca los regresó de vuelta. Creo que esa una sensación triste, nostálgica pero a la vez hermosa.
Personajes 10/10, trama 10/10, técnica narrativa 9/10?