Están ahí, nos rodean y esperan, con la intención de cruzar sus caminos con los nuestros para llevarnos más allá y, quién sabe, quizá resolver el misterio de sus propias existencias. La pluma de Jennifer Ariño, autora de El volante invisible, nos trae un repertorio de relatos en los que la línea que separa a vivos y muertos se vuelve sorprendentemente fina. La puerta, una vez más, está abierta, y nos invita a trasponer su neblinoso umbral. Lo que encuentres al otro lado, eso sí, poblará tus pesadillas y te asaltará en las noches de vigilia. ¿Pasarás bajo su misterioso dintel? Puede que no regreses si lo haces…