En la trilogía “El instinto de la luz” se narra las aventuras de Awi, un joven aprendiz de yachac, que tiene la habilidad de viajar a los mundos ancestrales (Uku Pacha, el mundo de arriba y Jahua Pacha, el mundo de abajo), debe recibir los saberes ancestrales y defender a su pueblo de la nefasta venganza del Chusko, el chamán de alma negra. En esta serie de novelas cortas asistimos al crecimiento y el aprendizaje de un joven que es escogido por los espíritus ancestrales. En cada historia nos sensibilizamos de la necesidad de preservar el conocimiento ancestral y nos maravillamos de la magia que habita en los Andes ecuatorianos.
En este tercer libro, Awi es transportado a Uku Pacha, el mundo de abajo, gracias a los engaños de un duende. El duende le explica que hay un severo peligro, porque el Chusko, el chamán de alma negra, planea atacar al pueblo. Awi retorna a su pueblo y le advierte a Taita Wairi. Juntos planean detenerlo, pero ocurre un doble ataque de las criaturas, aliadas del Chusko. Por un lado, el viejo yachac queda en peligro de muerte. Y por otro, el joven aprendiz debe cumplir con su destino para salvar la vida de todas personas de su pueblo.