En la trilogía “El instinto de la luz” se narra las aventuras de Awi, un joven aprendiz de yachac, que tiene la habilidad de viajar a los mundos ancestrales (Uku Pacha, el mundo de arriba y Jahua Pacha, el mundo de abajo), debe recibir los saberes ancestrales y defender a su pueblo de la nefasta venganza del Chusko, el chamán de alma negra. En esta serie de novelas cortas asistimos al crecimiento y el aprendizaje de un joven que es escogido por los espíritus ancestrales. En cada historia nos sensibilizamos de la necesidad de preservar el conocimiento ancestral y nos maravillamos de la magia que habita en los Andes.
En este segundo libro, el joven Awi recibe intempestivamente la noticia que dos familias fueron embrujadas con un hechizo misterioso y desconocido. Junto a su maestro, el yachac Taita Wairi, emprende la complicada tarea de ayudar. Ambos logran descubrir que el hechizo se llama: el tiempo muerto. El hechizo quitó el alma de las personas y ellas corren peligro de morirse. Sólo la voluntad y la valentía del joven aprendiz podrán salvar la vida de las familias.