Lo que más destaco de este relato es (aparte de muy bonito) su originalidad, la idea en sí de los fantasmas en el corazón tras el transplante de Rode. Me parece que se puede sacar incluso un universo más extenso solo con este pequeño detalle de lore del mundo con androides que nos ha dado aquí Denis. Sin embargo, la extensión y las palabras elegidas funcionan, y nos construye en unas pocas a todos los personajes y su mundo interior.
Además de la trama, me ha dejado el corazón muy calentito. Nos habla del miedo, de la parálisis ante él, de atreverse a hacer lo que nunca habríamos pensado, de aprovechar las oportunidades, de ver más allá de la fachada del otro... De vivir de verdad.