Guadalupe se embarca en un viaje a Oaxaca con Minerva –su tío muxe– y con el cadáver de la abuela Elvira en una camioneta. En el camino, Guadalupe aprende un poco más sobre la historia de su abuela, su amor de juventud y sus orígenes. También hay un secuaz del dios azteca Xyzotlan buscando un alma para seguir vivo y unos hongos mágicos.