Era el noble hijo de una de las familias más antiguas de Roma.
Provenía de un linaje que se remontaba hasta los mismos dioses.
Estaba destinado a rubricar con su nombre la historia de su país.
Pero eso fue antes.
Akron no es más que un esclavo vendido en los confines del Imperio. Su objetivo es claro: aguantar hasta que su hermano lo encuentre y lo lleve de vuelta al lugar que le corresponde por derecho. Pero las cosas se complican cuando unos extraños bárbaros se cruzan en su camino.
Y es que allá donde las fronteras se desvanecen, se abren las puertas a otros mundos.