Melero es un policía recto y muy exigente consigo mismo. Su padre, ya retirado, también fue policía, como lo había sido su abuelo. Dedicado a su trabajo tras superar una dura relación de la cual todavía no está recuperado del todo. La muerte de un vecino en su inmueble. La aparición de un menor, muerto en extrañas circunstancias y la extraña desaparición de su hermanastra, hacen que la vida de Melero de un giro de 180º, solo se encuentra arropado por los miembros de su equipo; confía en ellos, aunque con recelo.
La investigación se complica a medida que avanzamos entre las páginas, haciendo que el lector se implique cada vez más en la trama e intriga de la novela.