Érase una vez una dictadura militar. Una época asentada sobre una guerra que dejó a un país en la miseria y la tristeza, hediendo a muerte, fascismo y exilio. Una época donde mandaba la pólvora y aquellos que la amaban. Una época donde la mujer no era más importante que un complemento de ropa.
Érase una vez una distopía donde amar está prohibido a la mayoría y aquellos que se atreven a rebelarse acaban en una cuneta. Érase una vez la historia de unos desgraciados que no huyeron, que se ocultaron como alimañas, que se transformaron para evitar que el presente los engullera. Una historia de vencedores y vencidos, de luces y sombras, de sangre y savia.
Érase una vez la historia de mi padre