La poca literatura de terror que he leído nació de las manos de E. A. Poe y quizá por eso solo soy capaz de comparar Gafas Blancas: Instinto de Supervivencia con lo que he leído de él; Marina nos da un ritmo repetitivo cuyas garras no te sueltan hasta que acabas de leer la última palabra, y la repetición de palabras, expresiones y un objeto que irracionalmente va cogiendo cada vez más importancia, que al igual que atrapa, va creando la atmósfera perfecta para el terror y la angustia.
Creo que Gafas Blancas: Instinto de Supervivencia es un relato perfecto para los amantes del terror, y para los que no, un inicio perturbadoramente perfecto.