En 1872 se fundó, por decreto del entonces presidente Sebastián Lerdo de Tejada, la Rotonda de las Personas Ilustres (antes Rotonda de los Hombres Ilustres). En dicho recinto yacen los restos mortuorios de quienes destacan por sus contribuciones a la historia del engrandecimiento del país en cualquier ámbito, ya sea militar, científico, cívico o cultural.
Sin embargo, no fue hasta 1937, más de seis décadas después, que ingresó la primera mujer a la Rotonda de las Personas Ilustres. Posteriormente se fueron sumando mexicanas distinguidas, ya actualmente el recinto cuenta con la presencia de nueve mujeres, en contraste con los 107 hombres que reposan ahí.
Estas páginas plasman el resultado de la convocatoria que hizo Elvira Hernández Carballido a Mauricio Ortiz Roche, Raúl Arenas García, Sandra Flores Guevara y Silvia Rodríguez Trejo. A través de sus textos, los cuatro académicos recuperan la vida y obra de las mujeres que reposan en este simbólico lugar. De manera integral, Alcanzar el fin reflexiona acerca de cómo los ritos que acompañan a la muerte se ven atravesados por el género de la persona que fallece.