Cuando el final asoma, el pasado se convierte en el único presente. Cosas que nunca dije antes de que estallaran las bombas es una obra que fotografía un momento: cuando todo está a punto de desaparecer. La cuenta atrás empieza, todo el silencio acumulado brota con una lírica sincera, contundente y sencilla. Porque los versos siempre estallan antes que la pólvora. Porque la destrucción de la literatura es más grande que la explosión mecánica. Páginas de una melancolía poblada por personas, recuerdos y emociones sin tristeza porque haber existido en ese pasado es un orgullo y no un lamento. Cuando ya no hay vuelta atrás nos lanza a la destrucción porque sólo ella da paso a la creación.