Hubo un tiempo en que sólo los adultos tenían acceso al ordenador, lo último en tecnología era caro, raro, apenas servía para imprimir en papel continuo y la pantalla era negra y verde, para el público no especializado era poco más. Ahora es normal grabar un vídeo, editarlo, comprimirlo y compartirlo con todo el mundo con dispositivos pequeños y, relativamente, fáciles de adquirir. No hace tanto era impensable. Crónicas del ciberespacio muestra que hay muchos temas detrás de nuestras herramientas cotidianas que desconocemos, pero que ya están sucediendo. La tecnología evoluciona a un ritmo vertiginoso y percibimos las novedades como algo natural, inevitable y útil. Los cambios suceden rápido y los aprendemos a utilizar fácilmente, tanto que puede que no hayamos tenido en cuenta todo lo que conlleva su uso y desarrollo. Mientras aprendíamos a usarlas no prestábamos atención a nada más. Ni siquiera estamos seguros de que haya unas reglas a seguir, o que deba haberlas. Andrés Lomeña entrevista a intelectuales y activistas para reflexionar acerca de un presente y un futuro que muestra unos cambios profundos de los que ya formamos parte activa, aunque a veces no sea tan evidente.