Los fantasmas, espectros y aparecidos han alimentado desde la antigüedad leyendas y mitos. Han inspirado danzas, actos litúrgicos, representaciones teatrales, obras literarias y cinematográficas. De hecho, han dado vida a géneros completos: la literatura gótica, la romántica o el cine de terror y fantástico debe mucho a estos pálidos espectros que vuelven de la muerte para castigar a sus seres queridos.