Una plaga de origen desconocido diezma la población y obliga a los supervivientes de todo el mundo a refugiarse en Chipre. Al cabo de cincuenta años, el Gobierno bota tres carabelas que deberán liderar la reconquista comenzando por Barcelona.
Con una prosa elegante, un humor generoso y una inteligencia que nos hace cuestionarnos su originalidad, los doce libros y medio que componen De héroes y de santos testimonian, mediante crónicas, diarios y otros papeles, cómo los fundamentos del nuevo país –encarnados en héroes y santos de alta estima y baja estofa– no son más que una colección de sombras, malentendidos y estupideces que vertebraron la reconquista y posterior colonización.
«Lo cierto es que nada hacía presagiar que nuestra partida, depósito de todas las esperanzas de la humanidad, iba a terminar –como decían antaño– regulín». Luis Álvarez de Graco, Relación del primer viaje de la Gloriosa Reconquista.