Luz tenue

Luz tenue habla de la luz que baña los campos de trigo, que choca de lleno y hace brillar. Pero sobre todo habla de las zonas oscuras, las tenues, las personas y los campos a los que nunca baña nada, ni siquiera la historia. A las mujeres a las que nunca preguntaron, a las que tienen las manos arrugadas, trabajadas, apretadas. A las amigas a las que nunca se les ha dedicado un poemario. A las raíces que nos mantienen firmes, pero que no se perciben a simple vista.

Tienes en las manos un poemario que habla de la nostalgia, de los campos extremeños, de los padres que cuidan, de las madres que acunan, de las amigas que se trenzan el pelo y crecen, a pesar de la sequía, a pesar del olvido, a pesar de.

Con versos directos y regados por un color amarillento, Irene Nicolás Martínez escribe desde la sensibilidad sobre todas las mujeres a quienes los libros de historia les arrancaron la voz; habla para ellas, para todas las que jugaban de pequeñas en el pueblo y han crecido viendo el olvido. Habla a su familia, en un intento de frenar el polvo que se asienta entre los nombres, y te habla a ti, lectora, buscando que te sientes con ella, a charlar, en su silla de mimbre.