La poesía comienza con un borrador, con la expresión de un sentimiento hecho con trazos rápidos sobre el papel; son palabras que llegan inesperadamente a la mente, tomas papel y tinta… y lleno de esos sentimientos garabateas las palabras que nacen del corazón. Esos garabatos, simples y sin elegancia, se revisan, se corrigen y en muchos casos, se reescriben completamente, en base siempre al primer borrador. Ese borrador que se escribió en un momento de inspiración… y sin lugar a dudas, la mejor y más maravillosa inspiración es el amor.