La vida en el pequeño pueblo de Wall es tranquila, o lo era. Maggie siempre había visto a sus vecinos como almas cariñosas, gente con la que vivir una vida y compartir la experiencia de la dura existencia en los campos. Pero los corazones se enturbian, las mentes enajenan y la idea de quemar viva a tu cariñosa vecina ya no es tan desagradable. Pues, ¿quién no iba a gritar de jubilo por la muerte de una bruja?
Un cuento corto de brujería y terror.
Interesante relato que sorprende por los remordimientos de la bruja, cuando uno esperaría que se regodeara con lo acontecido.
Es una historia corta pero intensa.