La poesía de Ramón Martínez es palabra cercana, comprensible, emoción hecha piel —o secuencia de piel, parafraseando el título del presente libro— que trepa por la enredadera de la intuición y se cuela por la ventana abierta del pensamiento. […] Ramón, con su lenguaje claro, directo, delicado y hermoso, logra el milagro de la comprensión y de la conmoción, de la poesía como camino. Porque, si se siguen con convicción, «todos los caminos conducen a nosotros».
Raquel Lanseros
Ramón Martínez entronca con esa poesía que transita por las calles, que convive con las personas porque suena a lo que siente la gente. […] Lo que persigue con serena precisión es perfilar con palabras el sentimiento (los sentimientos) que le produce la vida que lleva, esa vida que es lo que sucede mientras mucha gente escribe pensando en esa posteridad que nunca llega. O que llega tarde.
Remedios Sánchez