Puedes correr. Pero no escaparás de lo que eres.
"Ya no más", se rinde la joven maga, agotada.
Cierra el ajado tomo y se frota los ojos. La absoluta dedicación al estudio de lo arcano se cobra su precio. Y ella, tan obstinada como sombrío es el tono de su piel, no entiende de tomarse descansos. La senda de un tejedor del Arte es ardua; más para una mestiza de sangre oscura.
A pesar del cuidado con el que se sumerge en las corrientes etéreas que dan vida a la magia, pronto advierte que algo no va bien. Extrañas hebras de energía sortean sus hechizos defensivos y amenazan con alcanzarla.
Preparada para poner fin a aquella irrupción, una voz tan familiar como inesperada resuena en su cabeza.
"¡Kieviann!"
En el extremo opuesto de Aekhan, el reencuentro de Dyreah con su antiguo compañero ha traído más tensión que alegría para la escéptica semielfa. Suspicacia de la que no tardará en contagiarse el recién llegado, en especial ante la enigmática presencia de aquella muchacha de rostro lívido e inquietante mirada, que tan dispuesta se muestra a interponerse entre ambos.
Incierto es el camino que los tres aún deberán recorrer, si pretenden llevar a buen fin su objetivo.
Y durante el trayecto, un mal latente, el oscuro legado que pende sobre Dyreah desde su nacimiento, aguarda su momento para despertar.
Kylma es el último de los tres volúmenes que componen la novela de fantasía épica Ojos de Jade.