La proximidad del enemigo ha precipitado la huida. Atrás, arden los restos de su aldea.
Sin otra alternativa, tendrán que confiar a ciegas en la promesa de la elfa con ojos de demonio.
Pero los niños no tardarán en agotarse, en su precipitada carrera por el corazón del bosque. ¿Qué sucederá entonces, cuando los asesinos les den alcance?
Sólo un milagro podría salvarles. O quizá descubrir que, después de todo, alguien no estaba mintiendo...