El hijo de un mercader ha desaparecido, dicen que tenía deudas de juego. Al otro lado de la ciudad, alguien se cuela cada noche en un almacén vacío para robar, aunque es imposible saber el qué. Mientras tanto, un tabernero ha sido asesinado, o eso parece: de él solo queda una mancha de humo en las paredes.
La semielfa Oona es la investigadora más famosa de la ciudad: a ella recurren tanto los mercaderes más ricos como los refugiados más pobres, y para todos tiene una respuesta. Que ella desee compartirla es otra cuestión, sobre todo cuando hay magia implicada y puede acabar muerto un inocente.