En la estación veraniega de Mondariz, un representante de la gran sociedad busca un matrimonio que le salve de la miseria en que le tienen usureros y prestamistas. En su afán conoce el amor de Celia, heredera de los Condes de Casa-Zarandiaga. Sin embargo, cartas que no debían ser leídas pondrán de manifiesto la hipocresía y materialismo que definen a la alta sociedad española de finales del siglo XIX.