En el cortijo del Sol solo hay espacio para la felicidad, pero una muerte durante el parto lleva al joven Roberto, recién viudo, directo al vicio. Tras frecuentar una venta cercana, traba conocimiento con hombres reprobados por la sociedad que halagan sus pasiones y defectos. Alejado cada vez más de su familia, acaba convirtiéndose en un bandolero de renombre, teniente de una de las partidas de José María, dejando a su hijo en el abandono y a sus padres totalmente deshechos. Solamente la fortuita aparición de Gabriela, hija de unos honrados labradores y ángel del hogar canónico, podrá redimirlo de su vida de violencia y perdición. Solo la indulgencia, el amor y la virtud pueden volver a hacer entrar la luz en el cortijo.