En un hermoso y verde valle vive un gigante, especie de Hércules o Júpiter de bellas proporciones. Este es poderoso y fuerte, pero también bueno y cariñoso; de ahí que todos los seres del valle le amen, desde la más tierna flor a la más apartada alimaña. Como dueño y señor del valle, este ser noble jamás ha empleado su fuerza en el mal. Ahora bien, donde existe el amor también existe el odio y la envidia, completamente encarnadas en la figura de un pequeño ratón. El gigante no le ha hecho ningún daño, ni siquiera conoce su existencia; pero la envidia no necesita motivos para sus odios. Así, el ratoncillo, ansioso de tener fama, aunque esta sea pésima, se decide a atacar por sorpresa al gigante para ser por todos conocido.