Un padre y un hijo van paseando tranquilamente. De repente, el pequeño se encuentra con una hormiga que ha de vencer un obstáculo tras otro para llevar un grano de centeno a la despensa de su hormiguero. Resolutivo, el niño decide ayudarla, cogiéndola con cuidado entre sus pequeños dedos y protegiéndola de toda adversidad. Gracias a este simple gesto, el niño consigue su propósito de hacer llegar a la hormiga sana y salva a las galerías de su hormiguero junto al pequeño grano de centeno. Sin embargo, como bien hace observar el padre que relata este suceso, el niño ignoraba en todo momento que, en ocasiones, la búsqueda del bien trae consigo consecuencias mucho peores que el mal observado inicialmente.