En este texto, capítulo suelto de las memorias de un médico, nos encontramos con el relato de un primer amor pueril y religioso, desarrollado en el contexto de una primera comunión de preadolescente. El recuerdo de la inocencia y la necesidad de armonía se alternan con el sentimiento adulto de melancolía para configurar el relato de una obsesión por un amor imposible en el contexto del amor al Dios católico.