Fernando se marchó a Buenos Aires sin avisar a nadie, dejando solas en Madrid a su madre enferma y su hermana Lucía, que pronto quedó huérfana y desamparada. Gracias a la ayuda de su buena amiga Mercedes pudo sostenerse y prosperar como modista. Estando Fernando de nuevo en Madrid, desconocido por sus propios vecinos debido a su vida desordenada, nocturna y reservada, recibe la visita de su hermana y la amiga de esta. Es entonces cuando hace propósito de enmienda y se va a vivir con ellas para comenzar una nueva vida. Consigue un buen empleo en el Ministerio de Fomento y todo parece ir bien, salvo que parece continuar con sus costumbres de madrugada. Él dice que ha cambiado, ¿pero es sincero? ¿Ha sido capaz de reformarse?