Esta es la historia de Juana, una quinceañera candorosa y buena, bella como los ángeles del cielo, que no sabe más que sentir y amar. Sin embargo, a pesar de haber nacido para el amor, ha venido al mundo para sufrir. Huérfana desde los tres años, es adoptada por unos lejanos parientes, condolidos de su desgracia, que cuidaron muy bien de ocultarle su origen. Un día, sus ojos se fijan en los de un gallardo mancebo llamado Enrique. Tras unas pocas semanas de sonrisas y de suspiros, ya se juzgan los seres más felices del universo. Sin embargo, la envidia hace que un vecino, conocedor del pasado de la joven, se interponga a su felicidad refiriendo al chico el secreto y estigma de su triste historia.