En el remoto pueblo de Barquisancho vive Celedonia, viuda devota con dos hijos: uno entregado al mundo natural, trabajador de la tierra; y otro entregado al mundo intelectual, siempre inmerso en sus lecturas. La confrontación entre ambos no preocupa a la mujer, que los ama plenamente y sin distingos. Precisamente de ese amor surge su vena inquisitorial...